viernes, 2 de septiembre de 2011

En buena compañía

Concha única. La gran profesional. Lo demuestra en 'Yo lo que quiero es bailar' en el que se proyecta al espectador, contando con prestigiosos artistas. Largos ensayos en Barcelona y el propio Valladolid, lugar de estreno mundial. Energía, vitalidad asombrosa de una actriz y cantante que ha tocado todos los palos del espectáculo en cine, televisión, teatro (comedia y drama, musical), incorporando grandes personajes como Teresa de Jesús y todos aquellos otros que han jalonado su carrera con juvenil frivolidad y decantada madurez.
Con sencillez, Concha se desnuda ante el público con una relación de sucesos personales y artísticos. Casi dos horas sin descanso, contando anécdotas, homenajeando a la profesión y el milagro de los actores, cantando con maestría e incluso en el final bailando. Existe cierta ironía, cierto distanciamiento autocrático en algunos momentos, exaltación en otros. Recita textos de poetas y escritores que incorpora a su personaje compendio de muchos personajes. Filosofa incluso sobre el hombre y la mujer, sobre la trascendencia. No se oculta físicamente, sobriedad en el vestuario y en el gesto. Dialoga desde el escenario con la sala en una especial complicidad.
Concha se muestra con cuatro magníficos músicos que incluso hacen un número especial de 'Hello, Dolly' y muy pocos momentos de descanso o relajación. El texto, preparado por Juan Carlos Rubio, desde las propias palabras de Concha, es variado y múltiple, evitando la monotonía, siempre al servicio de esa memoria que la propia artista transmite a su público.

No hay comentarios:

Publicar un comentario