martes, 18 de mayo de 2010

Aprendizaje vital de la mano de Concha Velasco

Concha Velasco es una mujer coqueta que, a sus 70 años, le gusta "sentirse guapa". Sin embargo, en su último proyecto teatral se transforma en Madame Rosa, "una mujer enferma, vieja, superviviente de Auschwitz, exprostituta, que se ha convertido en la regente de una especie de pensión, donde se dedica a educar niños de otras prostitutas". Es una señora que aparece "pintarrajeada, enseñando todo lo que puede porque no quiere ni puede olvidar que ha sido prostituta". Pero, tiene unas ideas muy claras, un trato con los niños y no tan niños a los que "respeta su cultura, su civilización, su raza, su religión y sus costumbres. De hecho, dice una frase: ´Las costumbres son tan importantes como la religión".

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